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sábado, 17 de enero de 2015

Abonico (2)

Algunos ejemplos literarios en torno a Abonico

Vicente Medina (1866-1937), en Aires murcianos, utiliza las dos palabras de la locución adverbial “a bonico” unidas, formando el adverbio abonico, con el mismo significado ya visto: en voz baja, sin levantar la voz.
Nota: La “rojita”, en los distintos ejemplos, es mía.
                   Abonico
                   (fragm.)
Recibí tu carta y, como una música
dulce en el oído,
llevo, desde entonces, aquello que dices:
«Leyendo tu carta estoy abonico» . . .
                       […]
MEDINA, Vicente (1981): Aires Murcianos,
Academia Alfonso X El Sabio, pág. 226.
Debo confesar que fue Vicente Medina, si se puede decir así, quien “me convenció”, y, a las pocas semanas de comenzar con el blog, A bonico, que seguía al DRAE, pasó a ser Abonico, siguiendo ahora al ilustre autor de Archena.

Incluso encontramos en el escritor archenero (misma obra, pág. 87), arrebonico, que parece querer potenciar la expresión. 

A la ru ru, mi  nene…
         (fragm.)
            […]
Ya no llora el nene...
Pa no dispertarlo,
Juan no se atermina
ni a sentar los pasos
y, heläo de frío,
muy arrebonico
le sigue cantando.
           […]
También utiliza Vicente Medina (misma obra, pág. 133) abonico con el significado de “en silencio”, la segunda acepción de la locución adverbial a bonico en el DRAE.
                      Bendición
(fragm.)
   […]
La moza que a la sombra de los nogales
animosa y alegre la ropa lava,
con los brazos esnúos y el seno abierto
luciendo una hermosura de carne blanca,
de puntillas al mozo llega abonico
y dándole en el brazo, le aboca el agua
que, cayéndole encima,
tóico lo cala...
                          […]
José Frutos Baeza (1861-1918), en Cajines y Albares, utiliza aboniquio, una variante del diminutivo murciano, que, en vez de hacer la terminación en –ito, -ita, -itos, -itas, utiliza las terminaciones –ico, -ica, -icos, -icas, e –iquio, -iquia, -iquios, -iquias.
     El primer Exploraor
de la tropa de la Urdienca
              (fragm.)
                 […]
Mi zagal, que es mocetiquio
(trece años cumplió en las brevas)
se ha mercao una arcancía
y está arrejuntando perras,
habla solo y aboniquio
y tie a su maere en sospecha
                  […]
FRUTOS BAEZA, José (2012):
Cajines y Albares, Editorial MAXTOR, pág. 185.
Y este mismo autor, en Desde Churra a la Azacaya (Murcia, 1915), escribe un verso que dice:

“Dijo na de aboniquio, sino bien recio”
 

 


2 comentarios:

  1. Pepe, tu pormenorizada investigación acerca de esta bella palabra utilizada por insignes autores murcianos es tan interesante como importante para nosotros, tus lectores. Es una lección magistral para encontrar las raíces murcianas para denominar sólo el nombre del blog. Muchos podemos pensar: si le parece tan importante que el lector se encuentre con un bello nombre, su contenido es igualmente bello. Y así es, querido amigo Pepe. Es un nombre que colabora en el engrandecimiento de todo lo que se escribe en él. Enhorabuena, Pepe.

    Un gran abrazo.

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    1. Gracias, Antonio. Elegí concienzudamente el nombre para el blog. Fíjate si me gusta la palabra “abonico” que hasta pienso utilizarla —en lugar de los términos italianos al uso— en alguna partitura para indicar cómo quiero esa música, por ejemplo una nana.

      Un abrazo.

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