SECCIONES

viernes, 31 de julio de 2020

Mollas

Hace ya tiempo que, observando mis brazos en determinadas posiciones, veo pender de ellos unas carnes blandas, movedizas y algo rugosas, unas desagradables flacideces que procuro asumir con un conformismo realista al que, ante los demás, intento añadir unas gotas de humor; se trata, qué duda cabe, de unas colgaduras —colgablandas más bien— bastante sintomáticas de la edad que ya va teniendo uno.
Bien, pues a esas carnes cada vez más blandas, cada vez más colgantes y cada vez más rugosas, mi nieta Ángela les llama «mollas».
«molla. Parte carnosa o blanda de una cosa orgánica», dice en una de sus acepciones el Diccionario de uso del español, de María Moliner (Madrid: Gredos, 1990).
Definitivamente, me ha hecho concentrar la atención en el término «molla» una conversación mantenida con Ángela hace unos días, un diálogo en el que hablábamos de que ella y su hermana tienen mucha fuerza (y ambas, sacando bola, me mostraban sus bíceps), de la que tengo yo (demostración de bíceps por mi parte) y de si su padre tiene más o menos fuerza que yo.
—Pues mi papá es más fuerte —me soltó de pronto la chiquilla, sonriendo orgullosa y desafiante.
—¿¡Más fuerte que yo!? —le dije simulando sorpresa y tratando teatreramente de mostrarme ofendido.
—Sí, porque tú tienes mollas —me abocó de manera irrefutable; y, sin esperar mi intervención, preguntó:
—¿Cuando yo sea abuelita, tendré también mollas blanditas?
—¡Claro! —le dije, disimulando la sonrisa y dando por acabado el diálogo.
Ya con anterioridad me había dado cuenta de lo mucho que llaman su atención esas «mollas», en distintas ocasiones, pero sobre todo cuando, un par de semanas atrás, la cría se había referido a ellas al fijarse en cómo, mientras yo sacaba los toldos de la terraza, pendían de mis brazos debido a la postura adoptada, y temblaban de forma ostensible por efecto de la acción vibradora de la máquina taladradora que utilizo para este trabajo.

viernes, 24 de julio de 2020

Normalidad

He aquí una prueba de que, para algunos —¿bastantes?, ¿muchos?—, la nueva normalidad va comenzando ya a ser normal, por lo menos en algunos de sus aspectos, aunque, como suele ocurrir en estos casos, para unos lo sea más que para otros: se trata de un esmerado dibujo realizado hace unos días por mi nieta Paula en el que aparecen ella y su hermana, cada una con su mascarilla, como es normal.
normal: Habitual u ordinario (DRAE).