SECCIONES

miércoles, 27 de agosto de 2014

El amo y la ministra

Amo, en el DRAE:
2) Dueño o poseedor de algo.
3) Hombre que tiene uno o más criados, respecto de ellos.
4) Persona que tiene predominio o ascendiente decisivo sobre otra u otras.
Segundo teorema de Abonico
La identidad de los protagonistas no altera [mucho] el resultado... hasta ahora.


domingo, 24 de agosto de 2014

Todos somos ateos

Me entero, leyendo el blog Diario de un ateo (31/05/2014), que los humanos, la entera humanidad, a lo largo del tiempo, nos hemos inventado 2700 dioses, y dice el autor del blog que los ateos no creemos en ninguno de ellos.

Supongo que cada creyente, de una religión cualquiera, pensará que él no es ateo, aunque no crea en 2699 dioses; dirá que él cree solo en uno, (ponga el lector aquí el nombre de uno de los 2700 dioses), el verdadero.

A mí se me ocurre, y tomo la idea de  Richard Dawkins, que todos somos ateos, pero… algunos lo somos un dios más que otros. Veamos cómo lo dice él:

Encuentro fascinante la estrategia de responder, cuando me preguntan si soy ateo, que quien me está preguntando es también un ateo con respecto a Zeus, Apolo, Amón-Ra, Mitras, Baal, Thor, Wotan, el Becerro de Oro y el Monstruo Espagueti Volador. Simplemente, yo voy un dios más allá.

Richard Dawkins (2007): El espejismo de Dios, Espasa Calpe, pág. 63.

Así pues, un cristiano, por poner un ejemplo cercano, es ateo con respecto a 2699 dioses, y un ateo lo es respecto a los 2700: solo un 0,04 por ciento más ateo que el cristiano.


sábado, 16 de agosto de 2014

martes, 12 de agosto de 2014

Coné

A los señores Codina les mandaron una criada de la agencia.
—¿Cómo te llamas?
—Coné.
—¿Coné? ¡Qué nombre más raro!
—Coné Martínez Ucedo.
—¿Y qué santa o virgen es ésa?
—Pues no lo sé.
—A ver, ¿en qué fecha celebras tu santo?
—Tampoco lo sé.
—¿Lleva tu nombre alguna hache intercalada?
—Yo no sé lo que es eso.
—¿Lleva acento en la e?
—¿Por qué me preguntan ustedes esas cosas?
—¿Es corriente ese nombre en tu pueblo?
—No.
—¿Sólo tú te llamas así?
—Eso creo.
Los señores Codina discutieron entre sí cómo debía escribirse ese nombre y en un papel pusieron: Coné, Coh­né, Conhé, y se lo enseñaron a la chica, pero ésta no sa­bía nada.
Los señores Codina presumieron ante sus amistades de criada con nombre exótico.
—Tenemos una muchacha que no adivinaríais nunca cómo se llama.
—Se llama Coné.
—¿Y cómo se escribe eso?
—Ése es el problema.
—¿Pero es nombre de santo, santa, virgen? ¿Acaso es nombre extranjero?
—Ese es el misterio.
Con el tiempo ese misterio se desveló. Fue cuando la chica se casó y se pidieron los papeles. Se llamaba Eula­lia Martínez Ucedo. Resulta que cuando su padre la llevó a bautizar dijo:
—Quiero que le pongan de nombre Aulalia. A lo que el cura replicó:
—Aulalia no; con e. Y su padre:
—Bueno. Como usted mande. Coné. Y luego, los del pueblo:
—¿Qué nombre le habéis puesto a la chiquilla?
—Coné.
—¿Coné?
—Sí. Lo ha dicho el cura.
                                                                              
Francisco Candel (1925-2007)


lunes, 4 de agosto de 2014

Mozart y Mao

Desde hace ya bastante tiempo disfruto seleccionando y cortando fragmentos de películas, de algún modo significativos, con la intención de usarlos posteriormente en mis clases. Como las clases han llegado a su fin, creo que puede ser buena idea poner algunos de esos fragmentos en Abonico. Al principio los temas eran casi exclusivamente musicales, pero con el tiempo he ampliado el enfoque a otros aspectos que también me parecen interesantes.
Mozart pensando en el presidente Mao es el nombre que he dado —ya verán el porqué— al fragmento que quiero compartir hoy. Pertenece a la película Balzac y la joven costurera china (Balzac et la petite tailleuse chinoise, 2002), una coproducción chino-francesa dirigida por Dai Sijie, autor de la novela del mismo nombre.
Resumen de la película: China, años setenta; dos jóvenes son enviados para su reeducación comunista a una aldea perdida en las montañas. Sometidos a unas condiciones de vida infrahumanas y sin perspectivas de regresar a su ciudad, todo cambia con la aparición de una maleta con grandes obras, prohibidas allí, de la literatura occidental (Balzac, Dumas, Stendhal…), gracias a las cuales los jóvenes descubren todo un mundo de sentimientos, pasiones, poesía… y aprenden su valor para conquistar a la joven costurera, la hija del sastre. 

El fragmento seleccionado, además de servirme como excusa para escuchar música de Mozart, muestra palpablemente la situación de atraso (social, económico, cultural) en que viven los campesinos. El momento gracioso, del que he obtenido el título del fragmento, se produce gracias a los reflejos, a la rapidez de reacción, de uno de los dos reeducandos para salvar del fuego el violín de su compañero.  
Nota: Lo que escuchamos en el fragmento de película, interpretado al violín, no es original para este instrumento. Se trata de un Minuetto del Divertimento en Re Mayor, K334, de W. A. Mozart, obra compuesta para un sexteto: cuarteto de cuerda y dos trompas.
Así suena el original: