En Librújula —leo en Público— piden a la narradora Sara Mesa, con motivo de la publicación de su novela Oposición, recientemente editada (Anagrama, 2025), que defina una serie de vocablos; y el resultado obtenido ha sido una singular e inteligente muestra ordenada alfabéticamente en la que se pueden apreciar algunas claves de su manera de pensar.
Aunque no son muchos estos vocablos —solo hay una entrada por cada letra del abecedario— y todas las definiciones me parecen dignas de selección, las leo y releo unas cuantas veces para elegir un puñado de las mismas, solo una docena, que contiene las que creo más interesantes para el caso:
Amistad: Pegamento esencial para la supervivencia.
Burocracia: Nombre que le puso Mafalda a su lentísima tortuga.
Hipérbole: Forma de ver el mundo bastante más certera y justa que la sosa equidistancia.
Incompetencia: Forma de hacer las cosas mal que suele disfrazarse con palabrería y larguísimos procedimientos.
Juventud: Divino tesoro, te vas para no volver.
Miedo: El gran motor del mundo desde el inicio de los tiempos, emoción facilísima de manipular.
Ñoñería: Tontería de clase alta.
Seguridad: Necesidad animal y humana que se relaciona con el miedo (ver arriba), también facilísima de manipular.
Tiempo: Vida.
Vergüenza: Sentimiento que a menudo tienen quienes no deberían y que desconocen quienes sí deberían.
X: Incógnita.
Yo: Incógnita todavía mayor.
Destellos de lucidez, de chispa, de raciocinio, de conocimiento, de madurez intelectual…: de sabiduría.
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