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viernes, 10 de agosto de 2018

El Mañana

Hoy, las preocupantes molestias ocasionadas por mis añosas cervicales herniadas me abocan a la aflicción, a la pesadumbre. Quizás sea por ello el que precisamente en estos malos momentos me venga a la cabeza un poema de José Emilio Pacheco, unos versos que, aunque referidos a otros «horrores de ahora», a continuación comparto en Abonico.
EL MAÑANA
A los veinte años nos dijeron: «Hay
Que sacrificarse por el Mañana».
Y ofrendamos la vida en el altar
Del dios que nunca llega.
Me gustaría encontrarme ya al final
Con los viejos maestros de aquel tiempo.
Tendrían que decirme si de verdad
Todo este horror de ahora era el Mañana.
José Emilio Pacheco:
Como la lluvia, Visor, pág. 57.

2 comentarios:

  1. Pues bien, Pepe, es indudable que lo llamado ricamente “naturaleza humana” es bastante débil y se ceba con quienes, posiblemente, han sido eternos esclavos de ella a pesar de su trabajo. Esto es lo que decimos en Murcia, “las goteras”. Goteras que con una investigación adecuadamente dotada, quizás, sólo quizás porque se trata de un trabajo con miles de trillones de reacciones químicas, podrían, cuanto menos aliviarse y no dejar ir a la degradación hasta que uno se cansa, como tú ahora y con razón. Come me dices a mí de vez en cuando: ¡ÁNIMO Y ADELANTE, PEPE! Un abrazo.

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