SECCIONES

viernes, 3 de julio de 2015

¡Alleluia, Mozart!

El sábado pasado vino a verme Encarni (hace poco, excelente alumna —es maestra, creo que de las buenas, de Educación Musical— y ahora, amiga). Aunque es de Almería, últimamente ha trabajado aquí en Murcia: cosas de las oposiciones. Encarni vino a despedirse antes de volver a su tierra una vez finalizado el curso escolar. Nos tomamos unas cervezas, hablamos, nos reímos, y me hizo un magnífico regalo —si siguen leyendo y escuchan al final, lo entenderán—: el disco ALLELUIA Motetes de Vivaldi, Händel, Porpora y Mozart (Decca, 2013), en interpretación de la soprano Julia Lezhneva, acompañada por Il Giardino Armonico, bajo la dirección de Giovanni Antonini. Gracias, Encarni, imposible elegir mejor.
La verdad es que salgo poco para asistir a conciertos, tan poco como al cine. Sé lo que me pierdo: que si la actuación en directo, que si el contacto con conocidos y amigos, que si, ya que sales, la cervecita o la cena…; pero, en cambio, disfruto todos los días, sin salir de casa, de la música y del cine, ¡vale!, sin las ventajas del directo pero también sin sus inconvenientes, sin sus molestias.
En 2014 (lo había anunciado con antelación en Abonico, algunos lo recordarán: En mayo, concierto) salí a disfrutar de Il Giardiono Armónico y Julia Lezhneva. Después del concierto me quedé con ganas de escribir, aquí en el blog, un comentario sobre lo impresionado que había quedado con la interpretación, tanto de la orquesta, algo que me esperaba por conocida, como de la soprano rusa, que no conocía y me dejó encantado, literalmente.
Pasado el tiempo —¡cuántas veces lo habré dicho!— me arrepentí de no haber comprado el disco que la Lezhneva, tras el concierto, firmaba y dedicaba; pero es que las entradas —tres— me habían costado más de 100 euros y esa noche todavía quedaban unas cervezas por tomar, para celebrarlo. Y ahora viene Encarni, que, dice, me había oído hablar sobre esto, y me trae precisamente ese CD, que, sépanlo ustedes, conservaré con más cariño que si me lo hubiese dedicado la famosa soprano.
De propina nos obsequiaron Il Giardino y Lezhneva con varias “golosinas”, entre ellas, un aleluya, que, posteriormente, traté de encontrar; buscándolo, me encontré con el “Alleluya” del Exsultate, jubílate de Mozart —con los mismos intérpretes—, que me ha hecho olvidar, o dejar para otra ocasión, el que buscaba.
Para el “primo uomo” de mi ópera he compuesto un motete, que será cantado mañana en los Teatinos, le dice Wolfgang Amadeus Mozart a su hermana, en una carta fechada el 16 de enero de 1773.
Ese motete es Exsultate, jubílate, K 165, una alegre cantata para solo y orquesta (como un concierto vocal pero con voz en lugar de instrumento solista), escrito por Mozart — 17 años— durante la composición de la ópera Lucio Sila, K 135 (en la cita anteror: “mi ópera”), en Milán a fines de 1772 y comienzos de 1773. Lo compuso a ratos, en momentos de descanso, y se trata de una pequeña obra escrita expresamente para su “primo uomo”, el castrado Venanzio Rauzzini, uno de los cantantes de Lucio Sila, al que admira y considera una “voz de ángel”. El motete consta de dos arias con un recitativo entre ambas y termina con el célebre “Aleluya”, la audición que traigo hoy a Abonico.
(…) los grandes virtuosos castrados solían, en tiempo de cuaresma, recibir homenajes de este género por parte de sus compositores predilectos, homenajes ad personam que ellos podían emplear después en sus conciertos espirituales, a los que asistía la crema de la sociedad” (Giovanni Carli Ballola y Roberto Parenti, tomado de Amedeo Poggi y Edgar Vallora, en Mozart. Repertorio completo, Cátedra).
Ya he dicho que sabía desde hace mucho tiempo de la calidad altísima de la agrupación Il Giardino Armonico, así como de la maestría de su director, Giovanni Antonini, de quien también conocía su categoría como flautista de pico. Pero jamás había escuchado a Julia Lezhneva; y, bien…, lo que se dice sobre la soprano rusa, todo elogioso, me parece totalmente acertado: se ha resaltado en ella la “pureza de su voz”, su “técnica perfecta”, ha sido calificada de “voz angelical”, y fue descrita por Kiri Te Kanawa como “uno de esos talentos extraordinarios que aparecen excepcionalmente”.
Bien… pues ahora compruébenlo ustedes: el “Alleluia” del Exultate jubilate de Mozart.
Mozart: Exsultate, jubilate, “Alleluia”
Lezhneva, Il Giardino Armonico, Antonini



1 comentario:

  1. Querido maestro:
    Me alegro que te gustara el regalo, tú te mereces que te hubiera llevado a la propia Lezhneva, pero eso era algo más complicado. Con este detalle sólo quería agradecerte tu entrega y dedicación. Y sobre todo algo muy importante, y es que aunque no nos veamos muy a menudo, yo sé que estás ahí, siempre. Tú y tu familia sois encantadores. Un abrazo maestro, nos vemos a la vuelta del cole en septiembre.

    ResponderEliminar