SECCIONES

miércoles, 27 de agosto de 2014

El amo y la ministra

Amo, en el DRAE:
2) Dueño o poseedor de algo.
3) Hombre que tiene uno o más criados, respecto de ellos.
4) Persona que tiene predominio o ascendiente decisivo sobre otra u otras.
Segundo teorema de Abonico
La identidad de los protagonistas no altera [mucho] el resultado... hasta ahora.


2 comentarios:

  1. Amigo Pepe, no tengo más remedio que estar en desacuerdo con una palabra de tu muy buen teorema: [mucho]. Estudiando con bastante atención el teoremoa, realizando operaciones y operaciones, cada vez más complejas y retorcidas, a veces incluso en diferido, he llegado a la conclusión que no se encuentran en el mismo saco unos que otros, luego no puede ser que se alteren poco los resultados finales. Se alteran muchopero mucho, mucho, mucho... Tanto, he llegado a calcular yo, que para poder realizar la demostración me he tenido que lanzar al pasado, a los años sesenta, para encontrar tal cúmulo de chabacanerías, mentiras, indecencias, legislaciones obsoletas y retrógradas, aplausos a quienes son unos solemnes corruptos, dádivas a los bancos expoliadores de ahorradores engañados, cambios sociales a quienes tienen la desgracia de encontrarse enfermos, vualta a la nefasta ley del 70 en educación y por fin, martillear discos duros con una maceta de albañil. Así pues, Pepe, mi demostración conjugando estos factores haría que el teorema creoq ue debería quedar: "La identidad de los protagonistas altera mucho el resultadofinal". Cuando veamos los números que he trabajado es posible que podamos ponernos de acuerdo y pronunciemos "El teorema que jamás debió producirse".

    Un abrazo, Pepe.

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    1. Tienes razón, Antonio. Si nos vamos a los años de la dictadura, las diferencias son notables. Un fallo mío, pues hice los cálculos para el teorema considerando el período que venimos llamando democrático, el que va desde la muerte del dictador a la actualidad. En una primera versión de la entrada, no había puesto ese [mucho] pensando que la diferencia entre unos gobiernos y otros [en la España democrática, repito] era pequeña, pero después lo pensé mejor y me pareció injusto equiparar absolutamente a los dos protagonistas, así que terminé añadiendo [mucho], porque —y lo sigo pensando— la diferencia no es tan notable, o no tanto como yo deseaba, como a mí me gustaría.

      Un abrazo.

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