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viernes, 28 de marzo de 2014

Perífrasis

Erlich - 27 de marzo de 2014 - El País


Estudiábamos cuarto de bachiller en el recién inaugurado instituto del pueblo. Las chicas en un pabellón y los chicos en otro, no fuera que las hormonas hicieran que los comportamientos sexuales se desordenaran y se dispararan.

La profesora de Literatura, directora del centro también, iba a preguntarnos las figuras literarias, y cada una que no supiéramos tendríamos que escribirla —su definición— trescientas veces. Yo fallé cuatro, así que, cuatro por trescientas igual a mil doscientas: mil doscientas definiciones que copié durante toda una noche.

Una de las figuras literarias de marras fue perífrasis y desde entonces no he olvidado la definición que copié aquella noche: Que da un rodeo para designar algo, evitando llamarlo por su propio nombre.

Eso es pedagogía: la letra, repetida, entra. No recuerdo que importara si de verdad yo sabía lo que es una perífrasis, lo importante era memorizar su definición, que desde luego no he olvidado. Sí se me han ido de la cabeza, sin embargo, cuáles fueron las otras figuras que no supe y que, por tanto, tuve también que copiar.

Bueno… Pues… a menudo me viene esto a la cabeza cuando escucho al político de turno circunloquiar para no decir con claridad lo que no quiere decir, lo que quiere ocultar o lo que le obligan a decir.

A veces la búsqueda de esas perífrasis lleva al individuo/individua en cuestión a un verdadero disparate cospedaliano en diferido y en forma de simulación.

2 comentarios:

  1. Así es, Pepe. Recorrer la distancia entre dos puntos pasando siempre por las islas Hawai es un tema recurrente en quienes creen que hablar a los habitantes de un país es tomarles el pelo y hacer con él colchones. Eso ya lo hacían antecesores de estos conocedores de nada y sabedores de que deben ser adorados como becerros, que lo son, en vez de conciliar estado de bienestar con noticias o comunicaciones verosímiles y de fácil entendimiento. ¡Y creen que son listillos por decir las estupideces diferidas en forma de simulación! Estos chupacharcos merecen ir a la escuela para realizar un largo largo, curso de lectura comprensiva y dicción. Excelente reflexión.

    Un abrazo, Pepe.

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  2. Me gusta lo de "chupacharcos" y lo de que vayan a la escuela —mejor, pública— a aprender; falta les hace, desde luego.
    Gracias, Antonio.

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