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viernes, 8 de noviembre de 2019

Agujeros en los bolsillos (1)

Onán es un personaje bíblico que aparece en el libro del Génesis. Era el segundo hijo de Judá, que, recuérdese, era el cuarto en la lista de los doce hijos de Jacob (Rubén, Simeón, Leví, Judá…). En Onán está el origen de la palabra «onanismo», término sexual que se usa como sinónimo de masturbación, aunque esto se debe a una mala interpretación del texto sagrado, que en realidad no relata una masturbación sino un coitus interruptus.
Después de que su hermano mayor muriera, Onán se casó con su viuda, como dictaba la ley judía. Según cuenta la Biblia, cada vez que Onán tenía una relación sexual con su cuñada, desenfundaba antes de tiempo y eyaculaba sobre la tierra, o sea, practicaba un coitus interruptus. ¿Y eso por qué? Pues... parece que sus razones tenía el hombre. Resulta que, según aquella ley de su pueblo y de su tiempo, un hijo tenido con su cuñada no sería considerado suyo, sino de su hermano fallecido, y este hijo heredaría los derechos de primogenitura (por ser considerado hijo del hermano mayor) y desplazaría a un segundo lugar al propio Onán, que, ¡claro!, no estaba por la labor; así que... ya se sabe.
Continuará.

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