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miércoles, 3 de septiembre de 2014

Syrinx

Syrinx —Siringa en nuestra lengua—, en la antigua mitología  griega, es el nombre de una ninfa de quien se enamoró Pan, lujurioso dios o semidiós —según fuentes—,  mitad humano y mitad macho cabrío, como los faunos romanos (cuernos, piernas con mucho vello y terminadas en pezuñas), que vivía habitualmente en las montañas y los bosques, los cuales abandonaba para perseguir a las ninfas y —otra vez, según fuentes— a muchachos también. 

 Afrodita y Pan

 Pan enseña a Dafnis a tocar la flauta
Un día, la ninfa Syrinx, huyendo de Pan, llena de pánico —el miedo que daba Pan—, se lanzó al río Ladón, quien, para esconderla, la convirtió en un cañaveral (según otra versión, fueron otras ninfas las que la camuflaron). 

 Rubens: Pan y Syrinx
A Pan, abrazado a las cañas, le gustó tanto el sonido que en ellas producía el viento, que cortó varias en diferentes tamaños, las unió con cera y fabricó lo que conocemos con el nombre de siringa o flauta de Pan.

Así se entiende fácilmente que Claude Debussy utilizara precisamente el segundo de estos nombres para una composición: Flauta de Pan (1913), que  después —por interés del editor— pasó a llamarse Syrinx —referido a la ninfa mitológica—, el nombre con el que generalmente se la conoce.
Se trata de una obra para flauta sola, pensada como música incidental: debía ser interpretada fuera del escenario, mientras se recitaba el poema dramático Psyché (en la primera escena del acto tercero), obra del dramaturgo francés Gabriel Mourey. El escritor había encargado la obra al músico, le había mandado el texto sobre el que debía sonar y le había pedido, para ponerlo en situación, que imaginara la última melodía que toca Pan antes de morir; después, Mourey dijo de ella que era "una verdadera joya de sentimiento y emoción contenida, tristeza, belleza plástica y discreta ternura y poesía".
Hoy, Syrinx es una pieza fundamental en el repertorio de cualquier flautista, a quien ofrece mucha libertad de interpretación, cosa que hace como solista sobre el escenario, como en un concierto cualquiera.
La versión que he elegido para la audición es la de uno de los mejores flautistas que conozco actualmente, el solista de la Orquesta Filarmónica de Berlín, Emmanuel Pahud.
Escuchen:


6 comentarios:

  1. Bellísimo el mito y la obra de Debussy.
    Como sabrás hay otra obra, también de Debussy, concebida para siringa, e interpretada como la anterior con flauta travesera. Me refiero al "Preludio a la siesta de un fauno", inspirado en el poema de Mallarmé "L'après-midi d'un faune". El primer proyecto, como la que tú citas, era para acompañar el poema, y estaban previstas tres secciones; finalmente quedó en una, que es el poema sinfónico que conocemos.
    El argumento del poema no tiene desperdicio. Es la tarde de un fauno dedicado a tocar la flauta, coquetear con las ninfas, entregarse al dulce sueño...(Aquí pondría una expresión castizo-panocha, pero creo que no pegaría).
    ¡Gracias, Pepe! Me encanta recordar y aprender maravillas con las entradas de tu blog.

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    1. Gracias a ti, Marina, por tus acertados comentarios.

      Conozco “Preludio a la siesta de un fauno”, aunque no sabía todos los detalles que tú aportas (gracias). Como tengo un hijo que ha estudiado flauta, estoy bastante al tanto del repertorio; además, yo también estudié flauta, aunque fuera “de pico”.

      Lo de que el fauno “coquetea” con las ninfas ¿es un eufemismo? Siempre he pensado que “estos” no se andarían con muchos miramientos y entrarían a saco. Yo lo veía como lo de “comer, beber, el macho a la hembra y… dormir”.

      Un abrazo.

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  2. Pepe, maestro de maestros. Has elegido un mito espléndido y una música que cuando la escuchamos leyendo el poema Psyché e incluso en otros poemas inspirados por dioses que podían adoptar formas humanas para sus coqueteos con mujeres bellísimas, que adquirían categoría de semidiosas, o maldades a quienes eran díscolos con ellos, se conforma una unión poema/música que es más placentera que escuchar o leer separadamente. Una exquisita publicación por la bella mitología y por la música que este sencillo instrumento puede crear. El intérprete, Emmanuel Pahud, es un verdadero artista. Gracias por culturizarnos tan interdisciplinarmente.

    Un abrazo, Pepe.

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    1. Gracias a ti, Antonio, por tus sesudos comentarios.

      Un abrazo.

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  3. Leyendo tu escrito de Syrinx y aprovechando que hoy comienza el curso escolar.Se me ha venido a la cabeza dos formas de concebir la educación, y por lo tanto de impartir docencia:los que creen en los mitos y los que no creen nada más que en lo que tienen delante. Los primeros creen que un lujurioso dios , Pan, con cuernos,pezuñas, mucho vello y mucha energía es capaz de tener la sensibilidad de crear un instrumento musical al oir el viento sonar en las cañas. Porque creen que el ser humano es un todo indivisible en el que hay cabida para la belleza y la maldad. Los que no creen en el mito pronto dirían :vamos a dejarnos de cuentos y sacad el cuadernillo de cálculo o de caligrafía . Tanto los primeros como los segundos , con independencia de la reforma educativa del momento, están trasmitiendo un mensaje . Con los de solo el cuadernillo desde luego , el mensaje es el de la mediocridad. Saludos Pepe , y gracias por hacerme pensar

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    1. Gracias a ti, Antonio, por tu comentario.

      Estoy de acuerdo contigo: los que dicen “vamos a dejarnos de cuentos” y se limitan al cuadernillo y la caligrafía, no ven más allá de sus narices. ¡Son unos pobreticos!

      Salud

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