“A las 10 se deja la noche pa lo que es”
Esto, y justamente en estos términos, es lo
que tenía que decirles yo, de niño, a la pareja de novios formada
por Emilia, la moza
que teníamos en casa —sirvienta, criada—, y Antonio, su novio,
que estaban platicando o... enfrascados en sus cosas, perdidos en el
almacén o en la tienda ya cerrada al público de un enorme caserón
de entonces.
Moza.
f. Criada, fámula. // 2. Adj. Soltera. RUIZ MARÍN, Diego (2007):
Vocabulario de
las hablas murcianas,
Murcia, Ed. Diego Marín.
Las mozas
que trabajaban en casa de mis padres siendo yo niño —comienzos de
la segunda mitad del siglo pasado—, que yo recuerde, no tenían un
horario determinado de trabajo; comían con nosotros (en la
misma mesa y de la misma comida, y de ello se ufanaba mi padre,
porque en otras casas “de más señorío” lo hacían aparte y no
sé si de los mismos manjares); dormían en
casa (hasta hace muy poco, Emilia, ya bastante mayor, me
recordaba, cuando de vez en cuando me veía por la calle, las veces
que yo, siendo muy niño, dormía con ella). Lo que quiero decir es
que vivían con nosotros como un miembro más de la familia. Y no
recuerdo que tuvieran libres sábados o domingos, que
se fueran a sus casas y no estuvieran disponibles. Algunas —como
ella, nunca mejor dicho, pues Emilia lo hizo de mi propia casa—,
salieron del servicio doméstico para casarse. Así era.
Pues bien, a lo que iba, ya al final de la jornada diaria, cuando se
acercaba el momento, mis padres me mandaban para que advirtiera a la
pareja de que había llegado la hora, para que les diera el aviso de
que tenían que terminar la charla —o lo que estuviesen haciendo—
y empezaran a pensar en lo que tocaba a partir de entonces: ir a
dormir. Poco después, Antonio pasaba por
delante de la familia reunida en la salita o en la cocina, se
despedía con un “buenas noches” y se marchaba.
Ahora me imagino a los novios en “sus quehaceres”, lo que
pensarían y lo que se dirían cuando vieran llegar al mocoso, que
les cortaría el rollo la mayoría de las veces, para darles la
noticia, siempre la misma y con las mismas palabras, hasta con rima:
“A las 10 se deja la noche pa lo que es”
Muchísimas gracias, a usted por estas preciosas palabras a mi abuela, y a toda su familia por quererla y cuidarla tanto.
ResponderEliminar