Huachito torito

El año pasado, por estas fechas, algunos componentes de las tres generaciones que integramos la familia Abellán-López: el abuelo, los hijos y las dos nietas (se nos unió para la ocasión una amiga de las niñas que está iniciándose en el estudio del violín), grabamos, y fue publicado por mi hijo Jose en su canal de YouTube, un vídeo interpretando Rodolfo el reno, el villancico que habíamos preparado para felicitar la navidad y el año que entraba a familiares, amigos y conocidos.

El éxito fue tal que, para la preparación del villancico de esta navidad que comienza en estos días, nos llovieron las peticiones de familiares y amigos para que acogiéramos en el grupo musical del año pasado a nuevos participantes. Así que, tras las rigurosas pruebas de casting correspondientes, hemos acabado incorporando este año a nuevos y muy jóvenes valores de la música.

La obra elegida para esta ocasión ha sido Huachito torito, un villancico argentino con un animado aire de carnavalito, que yo utilicé mucho en la escuela y que he recomendado encarecidamente en mis clases para estudiantes y maestros de música.

Lo que no se suele conocer, creo que por una grandísima mayoría de gente, es el trabajo que hay detrás de una grabación de este tipo: la elección de una obra adecuada en sus dificultades para intérpretes tan jóvenes, su adaptación a los niveles de los mismos, la organización, la preparación y el aprendizaje de las distintas partes vocales e instrumentales, la grabación de los diversos audios de esas distintas partes, las mezclas de los mismos según diferentes posibilidades, la grabación, ahora en playback y por separado, de los distintos vídeos correspondientes a los audios anteriores, y, para terminar, la no menos laboriosa edición del vídeo final, que integra, en orden de intervención, todos los audios y vídeos anteriores. Mucho trabajo. Muchas horas. Mucha paciencia.

El resultado, siempre mejorable, y más cuando se trabaja con niños (piénsese que, entre otros aspectos, hay que mantener un tempo uniforme a base de metrónomo y buscar la máxima afinación, todo en la medida de lo posible), me parece bueno, y la satisfacción es alta, por lo menos para los organizadores, que esperamos lo sea también para quienes visiten Abonico en esta entrada musical que aprovecho para desear a todo el mundo, y siempre dentro de lo que cabe en estos aciagos tiempos de pandemia, una feliz navidad y un buen año dos mil veintidós.