El
escritor y editor José Esteban cuenta una visita que, acompañado de un amigo,
hizo al escritor Pío Baroja (Esteban,
José: Ahora que recuerdo. Madrid: Reino de Cordelia, 2019, págs. 37 y
38), a quien encontró «con una manta sobre las rodillas, con boina y sus viejas
zapatillas a cuadros», y que cuando se levantó para saludar a los visitantes
«la manta y los pantalones resbalaron, dejando entrever unos calzoncillos
blancos que el novelista ocultó enseguida». Hablaron, entre otros temas, de la
Generación del 98 —de Azorín, de Unamuno, de Galdós, del propio Baroja, de
Antonio Machado...—, y ya al final Don Pío se despidió de ellos animándoles a
que lo visitaran con frecuencia, «y casi en voz baja, añadió: Vengan con
chicas».
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