El término alemán lied —plural: lieder—
significa canción (también significa poema lírico y estrófico,
y, también, canción que tiene ese poema como letra); pero, en el
mundo de la música, el término lied suele designar
habitualmente la canción para voz solista y acompañamiento de
piano de compositores románticos alemanes y austriacos del siglo
XIX. Y en un sentido más amplio se refiere a cualquier canción
que parta de un texto poético alemán para voz(-ces) sola(-s) o para
voz(-ces) con instrumento(-s).
La estructura musical del lied depende generalmente del poema para el
que se hace la música, y así encontramos lieder estróficos (los
más sencillos, con la misma música para todas las estrofas), lieder
estróficos modificados (con algún cambio —tonalidad, modo…—
en alguna/s estrofa/s), lieder de forma ternaria (ABA, conocida como
forma lied), y lieder transcompuestos, cuya música sigue
libremente el poema, sin esquema claro que se repita.
El primer compositor importante de lieder, realmente la primera
cumbre, fue el austriaco Franz Schubert (1797-1828),
que creó más de 600, muchos con letra de grandísimos poetas
—Goethe, Schiller, Heine…— y trató en
ellos la más amplia gama de estados de ánimo y sentimientos (la
naturaleza, el amor y la muerte parecen sus temas predilectos);
también fue pionero en elevar la importancia del piano más allá de
mero soporte armónico para la voz, equiparándolo a ella en muchos
casos. Además, podemos considerar a Schubert el mayor entre los
compositores contemporáneos de Beethoven. Otros grandes
autores de lieder son Schumann, Brahms, Wolf,
Richard Strauss, y Mahler.
Schubert, por
Wilhelm August Rieder
Die Forelle (en español, La Trucha), op. 32, D.
550 (c. 1817) es uno de los lieder más famosos de Schubert.
El texto es de Christian Friedrich Daniel Schubart (1739 -
1791), organista, compositor y poeta alemán. Schubert hizo
varias versiones de esta canción, que pronto se extendió entre el
público vienés, se popularizó y ha pasado a ser una de las obras
habituales del género.
La letra cuenta, desde el punto de vista de un observador, la
historia de una trucha alegre, juguetona, en un arroyo, y de un
pescador que la mira desde la orilla y quiere atraparla. Piensa el
observador que la trucha no picará el anzuelo mientras el agua esté
limpia, pero el pescador la enturbia y la trucha queda enganchada,
dejando al observador con mal cuerpo.
Los que gustan del descriptivismo en la música, pueden relacionar el
piano con la corriente del agua, y la melodía con la placidez de la
trucha, que se “enturbia” en la tercera estrofa.
Son
muchas las versiones destacables que hay de esta obra, tanto de voces
masculinas como femeninas: Dietrich
Fischer-Dieskau,
Hermann
Prey,
Fritz
Wunderlich,
Elisabeth
Schwarzkopf,
Christa
Ludwig,
Renée
Fleming,
Sumi
Jo…
y la que Abonico
elige para la ocasión, la del tenor inglés Ian
Bostridge,
“uno de sus intérpretes más conmovedores” (Arnoldo Liberman),
acompañado al piano por su compatriota Julius
Drake. Aquí la tienen:
¡HERMOSA CANCIÓN Y MUY CONMOVEDORA HISTORIA DE UNA TRUCHA Y EL OBSERVADOR...😘😍!
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