SECCIONES

miércoles, 4 de marzo de 2015

Arpeggione

Traemos hoy a Abonico un instrumento de efímera existencia —no llegó a imponerse—, el arpeggione, llamado también a veces “guitarra-violonchelo” o “guitarra de arco”, derivado de la viola da gamba, hermano del violonchelo (forma) y de la guitarra (seis cuerdas, afinadas como en ella), que en 1823 había ya “inventado” un luthier vienés, Johan Georg Staufer.


Con el nombre de Arpeggione también solemos referirnos a la Sonata para arpeggione y piano, D 821, en La menor, que Franz Schubert compuso en 1824 por encargo, parece ser, del propio Staufer, con el fin de promover el nuevo instrumento, y para que la tocara, probablemente, Vicenz Schuster, virtuoso que la interpretaría acompañado al piano por el propio Schubert.

Nicolas Deletaille

Ya la primera edición incluía transcripciones para violín y violonchelo, y después se ha arreglado para distintos instrumentos: viola, guitarra, incluso se ha orquestado la parte del piano. Aunque hoy se ha generalizado su ejecución —ya saben lo poco que me gusta esta palabra— con violonchelo y piano, podemos encontrar versiones para todos los gustos: viola, contrabajo, flauta, trombón… ¡hasta con armónica!

En cuanto a buenas interpretaciones, imaginen, apreciados lectores-escuchantes, las parejas de excelentes chelistas y pianistas que han recreado esta obra: Miklós Perényi y András Schiff, Yo-Yo Ma y Emanuel Ax, Maurice Gendron y Jean R. D. Françaix, Mischa Maisky y Martha Argerich…, y la que ofrecemos hoy en Abonico: la formada por Mstislav Rostropovich al violochelo y Benjamin Britten al piano (aunque es mucho más conocido como compositor), que es la versión que tengo en CD.

De los tres movimientos de la obra, el más conocido, y atractivo, es el primero, Allegro moderato; como es un poco largo de duración —trece minutos y medio en la versión elegida— y no quiero abusar, voy a poner solo un fragmento:


Quienes quieran disfrutar de esta obra con el sonido de los instrumentos para los que fue escrita pueden pinchar en el siguiente enlace y ver —y escuchar: aprecien la diferencia— a Nicolas Deletaille (arpeggione) y Alain Roudier (fortepiano).



2 comentarios:

  1. La diferencia se llama Rostropovich. El arpeggione me parece más popular, y el violonchelo
    más universal . Interpretados por Rostropovich los dos igual de celestiales .

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  2. Bien, Pepe, has elegido una composición y un instrumento importantes en la historia de la música. A veces, con la sonaja de oído que tengo, puedo pensar que las grabaciones son muy, muy, muy diferentes técnicamente y, posiblemente, sólo posiblemente, lo debemos tener en cuenta. Además de la gran diferencia de sonido entre el arpeggione y el violonchelo, así como el virtuosismo de Mstislav Rostropovich, el piano se “come” absolutamente al arpeggione mientras que la moderación en cuatro grabaciones completas que he escuchado de diferentes intérpretes, incluida la de Rostropovich y Britten, la más moderada en piano, dejan que sea el violonchelo la verdadera alma de la composición. El hecho de los trastes y las seis cuerdas creo que no es el resultado de una audición de Nicolas Deletaille tan “apagada” como casi inaudible. Un artículo estupendo y una música deliciosa.

    Un abrazo, Pepe.

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