Me gustan las definiciones de «educación» globalizadoras, las que me parecen más abarcadoras, más completas, aquellas que incluyen la mayor cantidad posible de aspectos que pueden-deben ser educados. Como la de Platón, que considera que educar es dar al alma y al cuerpo toda la belleza y perfección de que son susceptibles (contempla lo físico y lo psíquico); o la de Pestalozzi, que aboga por el desarrollo natural, progresivo y sistemático de todas las facultades («natural, progresivo y sistemático», y, además, «de todas las facultades»); o la de Spencer, para quien la educación es la preparación para la vida completa. Hay otras muchas ideas muy interesantes al respecto (Immanuel Kant, John Dewey, Rufino Blanco…), pero por ahora… está bien así.
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