Ha venido a verme Mariano
Durán, que lo hace de vez en cuando, aunque…, la verdad, me
gustaría que menudeara más sus visitas, porque disfruto
—disfrutamos: la familia al completo— de su compañía, de su
conversación: música, cine, literatura, política, pedagogía,
deportes... lo que nos echen.
Nada más llegar, bromeando, me
dice que no le contesto los comentarios que me hace en Abonico.
Y yo, muy cargado de razón, me doy prisa en asegurar que suelo
responder cada comentario que me llega al blog, y que estoy seguro de
que él no ha hecho ninguno en los últimos meses (ni él ni nadie,
caigo en ese momento). Me dice a continuación que ha hecho más de
uno; y yo, erre que erre, que no ha habido comentario alguno desde
hace tiempo; así que… a comprobarlo.
Bueno… pues resulta que sí,
que hay en Abonico
un par de comentarios marianos de los que no he tenido noticia hasta
ahora. Y es entonces cuando me acuerdo de que no hace mucho la
empresa en la que publico el blog me ha preguntado si quiero recibir
notificaciones inmediatas de cualquier comentario en él,
cosa que me ha extrañado porque me los estaban notificando ya
anteriormente. Por lo visto, esta
autorización para que se me avise de los comentarios ha estado
desactivada —no sé por qué— durante algún tiempo —no sé
cuánto—, y yo, ignorante, he estado creyendo durante meses que
nadie comentaba los artículos, algo que —por otro lado, lógico en
alguien no muy optimista— no me extrañaba tanto.
Después he comprobado que,
como Mariano, otras personas han realizado en los últimos meses
algún comentario en el blog, y supongo que, tras mi silencio, habrán
pensado que no les he querido responder. No ha sido así. Lo siento.
En lo sucesivo trataré de estar más al tanto para que no vuelva a
ocurrir.
Las modificaciones que realizan servidores/buscadores, Pepe, a veces, son desconocidas y latosas, muy latosas. te desconfiguran/impiden que realicemos determinadas funciones. Pero... ¡A VER SI CONTESTAS... TARDÓN!Un abrazo, Pepe.
ResponderEliminarRespuesta
EliminarAntonio, tienes razón, trataré de ser más rápido en las respuestas.
Un abrazo.
Los ejemplos que cita tienen su enjundia. Me han hecho pensar en que, como cualquier otra acción humana, la lectura precisa de un cierto aprendizaje cultural. Para empezar, el trato de respeto, manejo y valoración debido al libro como vehículo de cultura.
ResponderEliminarEnhorabuena por el blog.
Gracias por el comentario, que supongo se refiere a «Pa que lo rompas», la entrada siguiente a esta. Estoy totalmente de acuerdo con lo que en él dice que piensa.
EliminarUn saludo, Ana María.