Andreu Martín es uno de los
grandes de la novela negra en nuestro país, un autor entre los
primeros de mis favoritos dentro de dicho género; de sus obras
superé hace mucho la docena, siempre novelas, de las que nunca
olvidaré las primeras (Prótesis,
A la vejez
navajazos, El
señor Capone no está en casa...).
Tras mucho tiempo sin leer nada suyo, hace unos pocos años me
encontré con la que quizás sea su obra más ambiciosa, Cabaret
Pompeya, que ha
sido calificada —Qué
Leer— como «la
gran novela policiaca sobre Barcelona».
Y ya más recientemente he
leído Por ahora,
todo va bien, en la
que el escritor se estrena en el género de las memorias, y en ella
he encontrado una interesante argumentación que encadena la Lógica
con la Religión pasando por la Prudencia y la Superstición. Lean lo
que dice Andreu Martín (respeto su texto; solo resalto algunas
palabras con letra negrita):
Pensar
que si uno pasa por debajo de una escalera, puede caerle en la cabeza
alguna herramienta de los obreros que trabajan en lo alto es Lógica.
Evitar
pasar por debajo de una escalera en lo alto de la cual están
trabajando con herramientas pesadas es Prudencia.
Creer
que, si uno pasa por debajo de una escalera, le van a suceder
desgracias es Superstición.
Prohibir
que la gente pase bajo las escaleras so pena de verse condenado al
castigo del infierno es Religión.
Andreu
Martín
(2016):
Por
ahora, todo va bien,
RBA,
pág. 93.
Totalmente de acuerdo Pepe,la religión nos educa en el miedo.Y prueba de ello es que aún no siendo creyente,la mayoria en una mala situación que la vida te pueda enfrentar,recurre a ella.
ResponderEliminarSaludos.