Murcia.
Otros tiempos.
Un huertano va al pueblo, entra en una tienda de las de antes, de las
que tenían de todo.
—¿Tiene mencheroh?
—¡Oiga! ¡¿Qué educación es esa?! —responde el tendero muy
apersonao, tratando de articular, exageradamente, todos los
sonidos como si de Valladolid fuera— Salga usted a la calle, vuelva
a entrar y diga “buenos días, por favor ¿tiene usted
encendedores?”.
El cliente, cabizbajo, pensativo... muy mosqueado, sale a la calle y
vuelve a entrar, ahora muy serio.
—Buenoh díah, por favor... ¿tiene’uhté’encendedoreh? —dice, esforzándose pero articulando bien solo algunas palabras.
—Buenos días —contesta el tendero con bastante rimbombancia—,
sí, en efecto, tengo encendedores...
El huertano, cabreado, no lo deja seguir, lo interrumpe.
—Pues... —contesta al tiempo que levanta amenazador el índice de
la mano derecha, convencido de que se la quieren empantillar—
¡métaselos en el pijo!, que lo que yo quiero es... —eleva
exageradamente las cejas en una leve pausa— ¡¡¡un menchero!!!
***
Yo no llegaré a tanto pero quiero decir que, en mi pueblo, no
utilizo la Calle San Rosendo, utilizo la Calle
del Rosendo y
lo hago con frecuencia. Y es que la Calle San
Rosendo, en Santomera, no es la Calle San Rosendo, es la
Calle del Rosendo.
A continuación, trataré de explicarme.
Cuando todavía no tenía nombre “oficial”, cuando aún no había
rótulo alguno, la gente del pueblo, para referirse a ella, la
llamaba Calle del Rosendo; entiendo que era así porque
comenzaba justamente en la esquina de la tienda del Rosendo,
y la tienda del Rosendo era un comercio muy conocido en la localidad.
Cuando preguntabas a alguien del lugar, como se estilaba entonces,
por ejemplo, “buenos días, buen hombre, ¿me podría usted decir
dónde está el horno del Mellao?”, normalmente ese
alguien te contestaba: “muy fácil, oiga, se mete uhted por
la Calle del Rosendo, to p'arriba to
p'arriba, y al llegar a la Plaza de loh
Ehpinosah, allí mihmico tiene el hohno que buhca”.
En lo que no nos ponemos de acuerdo los miembros que quedamos de la
familia del Rosendo es en la identidad de la persona que
cambió el nombre de la calle al pasarlo a los planos, pero eso es lo
de menos, porque lo que este artículo quiere dejar claro es lo dicho
más arriba: que la calle cuyo rótulo reza Calle San Rosendo
es la Calle del Rosendo.
Queda dicho.
Leyendo el texto,leyendo palabras como Rosendo,imaginando la situación,situandome en la época,yo probablemente no había nacido o tendría muy pocos años aunque he de decir que recuerdo cuando comenzaron a poner las placas de hierro con un color gris azulado con el nombre de las calles.Bueno una vez dicho esto y en relación un poco con la historia y en cuanto a coincidencia de nombres me viene a la memoria una de las tantas anécdotas que se cuentan del Paco el Carlos,el que tenía el bar en la carretera general.Y esta reza de la siguiente manera:Habían instalado una plaza de tors portátil enfrente del instituto en la cual estaba prevista la actuación del grupo de rock "Leño" del que era lider "ROSENDO" con el pelo que le llegaba hasta la cintura.Cuentan que estos llegando a Santomera y no sabiendo dónde estaba la plaza de toros portátil pararon a preguntar en el bar del Paco el Carlos.Cuando el Paco los vió entrar con las pintas y los pelos que llevaban,este con un semblante muy serio,salio con ellos a la puerta para darles las indicaciones y les dijo que siguieran recto,y cuando llegaran a la altura de la iglesia,que preguntaran enfrente por el "FERMIN".Para el que no lo sepa ,el "FERMÍN" ERA EL BARBERO DEL PUEBLO......Saludos Pepe y enhorabuena por el blog.
ResponderEliminarSe me había olvidado esa anécdota tan buena sobre «el Caleles», y es una pena porque hace unos días retoqué y envié a la revista «La Calle» el artículo que en su momento escribí sobre nuestro personaje. Si puedo, añadiré la anécdota y si no me da tiempo, la incluiré un una remodelación para «Abonico».
EliminarGracias, Francisco.