Caldero
y llave, madona
Los “argumentos” de Carlo Mª
Cipolla sobre la pimienta, la guerra, los cinturones de castidad y la
expansión del apellido Herrero,
nos llevan —por lo menos a mí, por los caminos de la asociación—
a un villancico de Juan
del Encina
(originalmente, con “z”, Enzina):
Caldero y llave,
madona, un poco
lioso por la variedad de lenguas antiguas utilizadas —no se
entiende todo—, pero gracioso por el explícito doble sentido
sexual. Trata de un calderero —un herrero— que ofrece a las damas
encinturonadas
sus servicios, asegurándoles que “vos quedar ben contén (…) sin
que me donar diner”.
La audición
que ofrezco en Abonico
ha sido tomada de la Obra
musical completa de Juan del Enzina,
editada por el
Servicio de
Publicaciones del Ministerio de Educación y Ciencia dentro
de Monumentos
Históricos de la Música Española,
que,
desde luego,
fue una magnífica colección de monumentos musicales en formato
elepé, y que
yo tengo en una edición posterior mucho más barata, un estuche con
29 casetes.
La interpretación es de Pro
Música Antiqua de Madrid,
grupo fundado y dirigido por Miguel
Ángel Tallante.
Échenle
primero un vistazo a la letra o, mejor, la leen mientras escuchan la
grabación, que, así, será más fácil comprender; aunque, atentos,
sobre todo en los fragmentos polifónicos —contrapuntísticos—,
que dificultan la comprensión del texto.
El texto que pongo a continuación lo he tomado de Juan del Encina Poesía lírica y cancionero musical, edición de Royston Oscar Jones y Carlyn R. Lee, Castalia, 1979. Es más extenso que el de la audición, pero he preferido mantener los versos que no figuran en ella y tintarlos de rojo, para ofrecer una información más completa que pueda ser utilizada a conveniencia.
LETRA
Caldero y llave, madona,
jur'a Di, per vos amar
je voleu vo'l adobar.
Je vos pondré una clave
dentro de vostra serralla,
que romperá una muralla
nin jamay no se destrave.
Per mo foy, que donde trave,
según es mon ferramén,
que vos quedar ben contén,
que no me posa olvidar.
J'he a tapar los agujer
de toda la casa vostra
con la ferramenta nostra,
sin que me donar diner.
No trovaréis calderer
que vos sirva como a mí,
que, juro a la cor de Di,
ge faroy lo que mandar.
Juro a la san de Di,
si la mia pena conortas,
de serrar las vostras portas
sin que des maravedí.
Per ma foy, que ge me oblí
de vos fazer tal visoña,
qu'en lo país de Borgoña
non trovéis otro mi par.
Y pondrás en la clavera
un gros y gentil ponsón,
qu'en lo país de Aviñón
non la haya tal fuslera;
y para la delantera,
porque vai ben solsada,
que aunque dé gran martillada,
que non se pose doblar.
Je farás con mis martillos,
señora, si ben escoltas,
clave que de cuatre voltas
bien cierre vostros pestillos,
j'he l'abrito sin sentillos,
y que dé la volta entera,
y en la vostra espetera
je vos pondrás una cuchar.
Mo he clavar vostro molín
y untar ben el batán,
sin que des pedás de pan
nin torresne de tosín.
Y mon críate Joanín
portarávos cosas tan bellas
qu'entre todas las donzelas
vos serés más de mirar.
Juan
del Encina
La ilustración elegida para acompañar la audición es un detalle de
la obra El triunfo de Venus (1469-70), de Francesco
del Cossa; observen en él al individuo que —aunque no
sea calderero, no creo— aparece en primer plano metiendo mano a una
doncella. Y, ya puestos, fíjense también en los instrumentos
musicales, más concretamente, en las dos flautas de pico (dulces)
renacentistas, importantes en la época.
Observación: La
audición, lo he comprobado, se puede reproducir en Windows, con distintos navegadores; no ha funcionado en un par de móviles y sí
en una tableta. ¿?
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