Si se piensa detenidamente es difícil no estar de acuerdo en que «Parte de nuestros males proviene de que hay demasiados hombres vergonzosamente ricos o desesperadamente pobres.» (Yourcenar, Marguerite: Memorias de Adriano, traducción de Julio Cortázar. Barcelona: Ediciones Orbis, 1988, pág. 100). Y ello más aún si tenemos en cuenta que es infinitamente mayor el número de los desesperadamente pobres.
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