SECCIONES

viernes, 28 de octubre de 2022

Fuera y dentro

¿Cómo es posible que te acuerdes tan bien de algunas escenas de tu pasado y tan mal o nada en absoluto de muchas otras? Piensas con detenimiento en ello y te preguntas qué es lo que hace que, después de tantos años, todavía recuerdes —con precisión y matices a veces sorprendentes— una frase que siendo muy niño escuchaste decir a tu madre, y que, sin embargo, hayas olvidado tantísimas otras oídas a ella misma y a otras muchas personas de entonces y de después. Y por más vueltas que le das a este asunto no acabas de aclararte sobre los factores que influyen en la fijación de los recuerdos en la memoria para que, por un lado, esta sea capaz de retener per saecula saeculorum algunas cosas y, por otro, olvide más o menos pronto tantísimas otras.

Pasados unos años, es curioso fijarse en lo que quedó fuera y lo que se filtró. Sucedieron cosas presuntamente importantes y no dejaron huella escrita (por fatiga, por miedo, por desinterés, por que pasó el día, y el día después del día), y en cambio anoté otras que tal vez al lector le parezcan triviales. Pero a veces esas trivialidades atrapan una pequeña verdad en mangas de camisa. (Ordóñez, Marcos: Una cierta edad. Barcelona: Anagrama, 2019, pág. 11).

 

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