En una tertulia de radio escuchó decir hace ya tiempo que el oficio de escribir (recuerda muy bien que quien hablaba dijo «oficio») consiste en corregir, corregir y… corregir; y a eso se atiene ahora que, ya jubilado, dedica buena parte de su tiempo a escribir, pues lo emplea sobre todo en corregir, corregir y corregir; y cuando considera que lo escrito está ya bastante corregido, deja transcurrir un tiempo prudencial (si su impaciencia se lo permite) y vuelve de nuevo a corregir, corregir y… corregir.
Aun así, no faltan, entre sus lectores, quienes le dicen que tiene un don, y otros que le sugieren: oye, «tú que tienes facilidad», ¿por qué no escribes sobre esto o sobre aquello, o sobre tal o cual personaje?
Y piensa: «¿¡Un don!? ¿¡Facilidad!?».
Mira tu por donde que andaba yo rumiando aquella manera de decir incluso de cantar"abonico" y me encuentro con este bloc que lleva como título esa bella acepción.
ResponderEliminarEs de agradecer esta manera de dibujar las palabras y darle sentido a lo que uno está pensando. Le felicito por el buen gusto de mantener vivo un lenguaje que nos acerca a otra época.
Un afectuoso saludo.
Muchas gracias.
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