Me
lo han preguntado en más de una ocasión: «¿Tú cómo prefieres los libros, en
formato digital o en papel?» Y yo, y últimamente más aún, suelo contestar que
prefiero los dos, y que cuanto más me interesa un libro, mejor me parece disponer
del mismo y disfrutarlo en ambos formatos.
El
de papel: para leer, para señalar con marcadores, normalmente con un pósit, cada
uno de los fragmentos que creo conveniente destacar; también para, si me
parece, subrayar, con lápices, de distintos colores o no, aquello que más me interese;
y para señalizar en los márgenes de las páginas; y para tomar notas…; en fin,
para manipular y marranear todo lo que me apetezca. Y es por esto, entre otras
razones, por lo que prefiero comprar el libro a pedirlo prestado —por ejemplo, en
una biblioteca—, y por lo cual me viene bien que este disponga de buen papel, así
como de generosos márgenes y de unas cuantas páginas de cortesía.
Y
el formato digital… lo prefiero como complemento del de papel, sobre todo para
buscar y poder localizar con rapidez una referencia, una cita, una alusión… (precisamente
esos fragmentos tan interesantes que ya he señalado antes en el volumen en
papel), y, con poco trabajo, sin tener que escribir apenas, poder copiarla al
momento, pegarla inmediatamente después en el procesador de textos que uso, y
archivarla, para, si me apetece posteriormente, comentarla y elaborar, con o
sin ella, incluyéndola o no, algún artículo para mis escritos y publicaciones.
Así
que cuando acabo de leer un libro y me ha gustado mucho, tras su lectura o
simultáneamente a la misma, lo busco en formato digital y… manos a la obra.
*
Una
vez dicho todo lo anterior, añadiré ahora que, de los muchos libros que he
comprado en los últimos años, solo en dos ocasiones se me ha ofrecido (por la
editorial que los publica: en ambos casos la misma) la posibilidad del envío
gratuito de la obra en formato digital tras haber realizado un servidor su
compra en papel. Para que me la enviaran, solo he tenido que poner mi nombre y
apellidos en la primera página del libro en papel donde aparece el título
(supongo que para asegurarse la editorial de que no va a ser devuelto el
ejemplar) y enviar una foto de dicha página firmada a una dirección de correo electrónico
que, rápidamente, a vuelta de correo, me ha enviado la obra en formato digital,
lo que me parece una idea excelente, una prestación que deberían imitar las
demás editoriales: tú pagas tu libro y ellos te lo facilitan en los dos
formatos.