De nuevo, la misma asociación
de ideas. Me ocurre de vez en cuando con la Talidomida; concretamente… cada vez
que leo, escucho, veo… cualquier información referida a víctimas de este fármaco,
me viene de inmediato a la mente la imagen de Thomas Quasthoff.
La
talidomida, comercializada entre 1958 y 1963 como sedante y calmante de náuseas
en los tres primeros meses de embarazo, provocó miles de nacimientos de bebés
con focomelia, caracterizada por la carencia o excesiva cortedad de las
extremidades.
Es automático: el
leer, o escuchar, la palabra «talidomida» y venirme a la cabeza la imagen —siempre
la misma— de Thomas Quasthoff, un magnífico cantante alemán (enorme
barítono —bajo-barítono, leo en algunos medios—, y no por su tamaño físico, que
no llega a metro y medio) a quien la focomelia ocasionada por tan aciago
medicamento no logró impedir que se
convirtiese en uno de los grandes del canto a pesar de las dificultades que
tuvo que vencer para ello.
Quasthoff
comenzó a estudiar música a los diez años, y tres más tarde se presentó a la
prueba de admisión en el conservatorio de Hannover, pero fue rechazado por su
minusvalía física; la razón que le dieron fue que debido a ella no podía cursar
piano complementario; así que abandonó la idea del conservatorio y estudió
canto y teoría e historia de la música con profesores particulares.
También estudió
derecho, fue locutor de radio, completó ingresos cantando jazz en locales
nocturnos y pronto ganó sus primeros premios, por lo que aumentaron los
contratos para recitales y conciertos. Después dejó la radio y comenzó a
trabajar como profesor en la cátedra de estudios vocales de la Escuela de
Música de la Universidad de Detmold, además de continuar con sus intervenciones
en el escenario, en el que trabajó con grandes orquestas y directores, sobre
todo en conciertos y recitales.
Está
claro para cualquiera que haya escuchado a Thomas Quasthoff que posee una voz
sorprendentemente maravillosa y que ha tenido un entrenamiento previo
excelente" (Fischer-Dieskau,
Dietrich, filomusica.com, consultada el 07-11-2020).
Para que se pueda apreciar bien —ver y escuchar— cómo canta este extraordinario artista, he preparado un vídeo en el que interpreta un aria de Papageno, conocido personaje de La flauta mágica, una de las óperas más famosas, si no la que más, de Wolfgang Amadeus Mozart.
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