Antonio
no puede evitar pensar lo mismo que el año pasado, y que el
anterior, y el anterior al anterior. Cada año se queda con la misma
cara, con la misma impresión: “siempre igual, ¡menudo
ignorante!”. Y este, lo confiesa una vez más: “de nuevo me han pillado meando”. Eso es lo que
siente ante la adjudicación anual del Premio
Nobel de Literatura,
lo que, bromeando consigo mismo, piensa cuando se entera de su
identidad.
Pillar a alguien meando, aquí,
coloquialmente, significa que lo cogen descuidado, inesperadamente,
fuera de juego.
Lleva
unos años animándose cuando al acercarse la fecha, en lecturas
prospectivas, ve en la prensa los nombres de algunos candidatos al
premio.
Se anima porque entre los favoritos de estos últimos tiempos
encuentra nombres que conoce, como los de Haruki
Murakami,
Philip
Roth
y
Milan
Kundera;
y se dice: “¡qué bien si se lo dan a uno de los
autores que he leído, aunque sea por una vez, a alguno de quienes
conozco alguna obra!”; y a continuación suele añadir, siempre
mentalmente, sintiendo cómo le asoma una puntita de vanidad:
“además, si se lo dieran a Roth... de él he leído unas cuantas,
entre ellas —la primera que cayó en mis manos, mi favorita— El
lamento de Portnoy,
que suelo recomendar y, a menudo, regalar de tanto como me gustó”.
Pero
los lectores, los periodistas, los críticos... proponen y la
Academia
Sueca
dispone. Ha llegado el momento y, como siempre... ¡sorpresa!: el
premiado ha sido Bob
Dylan
“por haber creado una nueva expresión poética dentro de la gran
tradición americana de la canción”. Sí, desde luego que a este
lo conoce más que en sus fechas respectivas conocía a Svetlana
Aleksiévich
o a Patrick
Modiano,
pero no se lo esperaba. ¿Alguien lo esperaba? Para Antonio, Dylan es
un cantante; ha escuchado muchas veces Blowin’
in the wind,
y también House
of the rising sun,
Mr tambourine man
y algunas otras. “Habrá que ponerse las pilas —piensa, imponiéndose humildad— tendré que leer la letra de sus canciones
a ver qué tal la literatura”.
Así
que, se dice, “otra
vez meando”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario