No hace mucho se quedaron
mis nietas a dormir en casa de los abuelos —la de un servidor y su señora— y a
la mañana siguiente aparecieron en el desayuno vestidas con faldas —una de
ellas con bastante vuelo—, algo poco habitual, quizás por su menor comodidad
para pasar la mañana en el colegio. Y observé que la de la falda con más vuelo,
Ángela, se pasó un buen rato haciendo, repetida e incansablemente, la repompa;
cuando le dije el nombre que recibía en mis años jóvenes lo que estaba haciendo
ella, la chiquilla —«lógicamente», pensé antes de decírselo— no sabía a qué se
refería tal expresión: «hacer la repompa».
En los años en que
transcurrió mi infancia, decíamos que una niña «hacía la repompa» cuando
giraba sobre sí misma ocasionando el revuelo de su falda o vestido (sépase —lo
digo por quienes no tengan una edad lo suficientemente avanzada— que, entonces,
las niñas nunca llevaban pantalones); a veces, la chiquilla, para acabar, doblaba
sus piernas y se dejaba caer al suelo cuidadosamente con la intención de que
sus ropas quedasen lo más abiertas y esparcidas posible en el mismo.
Aquella mañana, después
de llevar a mis nietas al colegio, inicié mi andadura diaria —entonces, de hora
y media tras el desayuno—, y, a continuación, volví a casa y me duché; después,
tomé un buen vaso de agua, un kiwi y una naranja, y, ya relajado y tranquilo,
me coloqué ante el ordenador para leer la prensa. Estando en ello, de pronto, me
volvió a la cabeza la palabra «repompa» y pronto la busqué en el diccionario
de la Real Academia Española, pero no obtuve recompensa alguna, pues en él no
aparece tal término, lo que, por una parte, me desanimó un poco, pero, por
otra, me hizo pensar que bien podría ser un vocablo local, del pueblo, o, como
mínimo, de esta zona de la huerta de Murcia.
En los días siguientes anduve
preguntando por la expresión «hacer la repompa» a algunas personas que
me iba encontrando en distintas ocasiones, pero nadie, salvo mi hermana, conocía
su significado tal y como yo lo recuerdo. Así que no tardé en buscar en los distintos
diccionarios que tengo sobre las hablas murcianas, donde tampoco aparece la
palabra «repompa», pero sí localicé, aunque solo en el de Diego Ruiz
Marín (Vocabulario de las Hablas Murcianas. Murcia, Diego Marín, 2007),
un par de términos que me parecen claramente relacionados con ella:
repompona.
adj. Niña o mujer vestida con ropas anchas, ahuecadas y rozagantes, como en
bodas, primeras comuniones, etc.
repomponearse.
prnl. Pavonearse, hincharse, engreírse.
Ni qué decir tiene que los chiquillos de la época, cuando alguna niña hacía la repompa al alcance de nuestra vista, permanecíamos muy atentos ante la posibilidad de poder verle las bragas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario